Todo depende del estado general del animal. Por norma general, si un perro tose y está bien de ánimo, no suele ser motivo de urgencia y podría esperar a la cita en horario normal, pero siempre puede haber excepciones y podría tratarse de algo más grave. Si no hemos visto que se trague nada, es posible que se trate de una tos vírica o bacteriana, e incluso aún siendo una tos por problemas cardíacos, si está bien de actitud, no suele ser motivo de urgencias. Hay gente que prefiere quedarse tranquila y acudir para asegurarse de que todo va bien, y sinceramente, a veces, es preferible.